¿Por qué hay tanta gente que considera al comic como un arte menor? La mayoría de las personas de más de 30 años lo considera un uso propio de niños y muchas son las que miran de mala gana a todo sujeto con más de 16 años sujetando una de esas revistujas con monigotes, tal vez estén ante un retrasadico o infantiloide, lástimica de hijo.
Entre mi propia familia hay unos pocos que no entienden mi pasión por el mundo del comic, y mis ansias de devorar aventuras de tipos con capas, mayas y antifaces. Pero lo cierto es que gracias a la familia que tengo, cuento con esta afición. Desde bien niño, mi padre me llevaba al quiosco todos los domingos a comprar el periódico, y siempre caía entre mis manos un Mortadelo, un TBO, un Zipi y Zape o un Botones Sacarino. Y él lo hacía con agrado, ya que en su infancia también leía los comics de Roberto Alcazar y Pedrín, El Guerrero del Antifaz o las Hazañas Bélicas. A día de hoy conservo muchos de aquellos tebeos que me compraba mi padre, pero el que guardo con más cariño es el primer número que llegó a mis manos de Superman y que mi padre me compró (no sé ni cuando, ni donde): costaba 15 pesetas y era del año de mi nacimiento, el 1977.
Desde aquella época, hasta el día de hoy, los comics me han proporcionado muchas horas de entretenimiento y diversión. No sólo por su lectura, sino también por lo que me han dejado sus dibujos. A base de horas y horas pintando viñetas y personajes, sacando la lengua a un lado mientras dibujaba, pude desarrollar una habilidad de la que me siento orgulloso. Y lo mejor, todavía me quedan nuevas historias que conocer y nuevos lugares donde transportarme: algún día ya os hablaré del Multiverso…
Concluyendo: A los que leáis mis palabras, no veáis con mala cara a aquellos que nos llevamos un comic de la papelería, no consideréis al comic como un arte menor, atreveos a leer un comic (hay para todos los gustos y de muchos géneros) y dejad que los más pequeños se aficionen, que a lo mejor tenéis por hijo a un artista y no dejáis que muestre su verdadero potencial. LEED COMICS.
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