Michael tenía 28 años la noche del 24 de marzo de 1975, una noche que le cambiaría su vida.
Michael nació en una familia humilde que vivía en el legendario barrio de Hell’s Kitchen de Nueva York. pero se crió en los suburbios de Philadelphia. Un día sí y otro también, su padre, el peluquero, y su madre, la astróloga y maestra de baile, discutían. Un ambiente que no le fue muy propicio para su época de estudiante, en la que vivió varias expulsiones en diferentes colegios por ser muy conflictivo. Era un chico de barrio.
Aún siendo un chico de barrio, Michael estudió. Cambió de aires. Lo enviaron a estudiar a un colegio suizo en Génova. Y a su vuelta a Estados Unidos, decidió inscribirse en la Universidad de Miami para hacer tres años de Arte Dramático. Finalmente volvió a Nueva York para buscarse la vida.
Realizaba pequeños trabajos de actor a la par que escribía guiones. No le daban para mucho. Pequeños papeles en Broadway y pequeños papeles en televisión o en el cine. Aún así no perdía el ánimo y seguía escribiendo. Sabía que algún día le llegaría el éxito que buscaba. Y la noche del 24 de marzo de 1975 encontró el camino.
En la noche del 24 de marzo de 1975 Michael asistió a una velada de boxeo en la que el campeón del mundo Mohamed Ali se enfrentaba al «sangrador de Bayonne», Chuck Wepner, quien según la revista Sports Illustrated era «un ancho bloque de corazón y sueños, uno de los últimos peleadores de clubes, de esos que te dan todo lo que tienen, que convierten al ring en un mar púrpura y siguen pidiendo más«. Mohamed Ali venía de haber ganado a Foreman en el legendario combate de Kinshasa (Zaire). Las apuestas estaban 30 a 1 a favor del campeón. Pues la velada fue toda una sorpresa. El «sangrador de Bayonne» hizo cara al campeón, de hecho en el noveno asalto hizo que Alí besara la lona por primera vez en muchos años. Y es más, llevó el combate al último asalto, el quince. Diecinueve segundos antes de que sonara la campana, Alí dejó K.O. a Wepner.
Esa velada pugilística llevó a Michael a escribir un guión en sólo tres días. Michael Sylvester Gardenzio Stallone escribió el guión de Rocky en tan sólo tres días. Encontró productores interesados en rodarla, pero ninguno quería que fuese él quien la protagonizara, querían actores de primer orden como Burt Reynolds o Robert Redford. Aceptó bajar su caché para finalmente poder protagonizar la película.
Rocky obtuvo en 1977 el Oscar a la mejor película, la nominación de Stallone a mejor actor, y cómo no, la nominación de Stallone a mejor guionista, así como cuatro nominaciones más para la cinta. Stallone se convirtió en el tercer hombre nominado en un mismo año a la categoría de mejor actor y mejor guionista (los anteriores habían sido Charles Chaplin y Orson Welles). Ese año Rocky recaudó más de 200 millones de dólares de la época. Además supuso para Stallone su llegada al Star System de Hollywood y el comienzo de la gran carrera cinematográfica que todos conocemos,
Stallone gustará más o menos. De hecho es un tipo listo de barrio que se abrió camino en un mundo elitista. Pero en cualquier caso, ante todo es un ejemplo vivo de que con constancia, finalmente podemos encontrar la senda que buscamos.
y.
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