Quién fuera Marty McFly para coger el DeLorean y volver a nuestro pasado para cambiarlo. Todos tenemos «y-sis» que en cualquier momento asaltan nuestro pensamiento y que podrían verse resueltos con facilidad viajando al pasado en esa máquina del tiempo con ruedas que fabricó el doctor Doc Emmett Brown en «Regreso al futuro».
Quién no ha pensado en un «¿y si hubiera estudiado más?», «¿y si hubiera hecho caso a mi padre?», «¿y si hubiera llegado a salir con aquella chica?», «¿y si hubiera seguido en aquella empresa?», «¿y si hubiera viajado al extranjero a trabajar?», «¿y si hubiera invertido en sellos?», … pues tu que me lees, que sepas que los «y-sis» no sirven para otra cosa que para perder el tiempo, y en algunos casos, incluso para dejarnos mal cuerpo. El pasado ya pasó. No puedes cambiarlo. Y tu eres lo que eres porque has vivido tu pasado, y la vida que has llevado y los hechos que has vivido te condicionan.
Probablemente si hubiera estudiado más, podría haber estudiado Ingeniería o Bellas Artes. Pero claro, si hubiera hecho caso a mi padre, seguro que me habría hecho Ingeniero. Si hubiera seguido saliendo con aquella chica, hubiera utilizado mi carrera para presentarme a unas oposiciones, eso sí, con carné de partido, y tener un apasionante trabajo en el podría leer el Marca todos los días, con tiempo para el desayuno y el almuerzo. Si hubiera seguido trabajando en aquella empresa, probablemente me hubiera ido muy bien, sin cobrar un duro, pero marcándome mi tiempo y mis prioridades (lo que como competencia se denomina «autonomía»). Si hubiera marchado al extranjero, me hubiera marcado un «Españoles por el Mundo» desde Irlanda (de los más de 6.000 españoles residentes, seguro que me hubieran elegido a mí). Y si hubiera invertido en sellos,… buff… ¡menos mal que se trata de un «y-si»!… de la que me he librado.
Si mi pasado pudiera cambiarse no cambiaría nada, ni bueno, ni malo. Todos esos «y-sis» sirven para lo que sirve el título de conde hoy día. Gracias a cada uno de los acontecimientos que he vivido, hoy tengo una extraordinaria mujer que me quiere, un fenómeno de hijo al que adoro, un trabajo que cada día me aporta nuevos conocimientos y una vida relativamente tranquila (dentro de lo tranquila que puede llegar a ser la vida con un niño).
No obstante hay un «y-si» que vale la pena usar. Es el «y-si» de los sueños. Es el «y-si» que nos puede servir para alcanzar nuevas metas, nuevos logros. Es el «y-si» que nos llevará a hacer las cosas de otra manera. Es el «y-si» que nos hará mejores personas, nos hará felices. ¿Y si estudio chino? ¿Y si monto una empresa? ¿Y si fuera delgado?…Y… ¿Y si fuera rico?…
No puedo estar más de acuerdo. La mirada al pasado con y-sis, nos ancla a el, nos impide avanzar. A veces sobre valoramos el pasado y lo maquillamos idolatrandolo, mirar al pasado con cariño es bueno pero q esa mirada no t impida vivir tu presente y marcarte nuevos objetivos.
Comparto tu opinión. No obstante, sin quedarse en él, el pasado imprime su marca en nuestra forma de ser.
Me ha encantado! Que buena forma de darle la vuelta al dichoso «y-si»
Muchas gracias. Sabia que el «y-si» que nos lleva a hacer cosas a ti te iba a gustar. Un «y-si» te llevo a escribir tu libro!!!